domingo, 30 de agosto de 2009

Orientaciones

Biblias fracasadas sobre mi cama
Ojos en las letras
De tapa negra indiferente
De cielos cerrados
Con los brazos cruzados
Y los cables cortados.

Energías anuladas
En bostezos como latidos
Gritando a los ojos menguante
Que se suspenden
En pleno aliento letrado y artificial.

Imágenes automáticas
mentales
inertes
estúpidas
inútiles
cortantes
sangrantes
...
Respiran.

miércoles, 26 de agosto de 2009



No quiero
Y me niego a quererte.

No quiero llorar
No quiero reír

No quiero hablar
Sólo quiero escribir
Que no quiero al verano
Con sus cielos morados
Y sus rayos asquerosos

No quiero al invierno
Con el barro entre las piernas
Y el agua hasta la cabeza

No quiero a un nuevo presidente

No quiero huír

No quiero quedarme

No quiero creer

No quiero verme

No quiero verlos

No quiero más diluvios

No quiero más palomas ni olivos plásticos

No quiero escuchar

No quiero recordar

No quiero viento

No quiero banderas

No quiero casas

Ni árboles entre masas

...

Electrocardiogramas verticales subliminales tísicos moribundos.

Quiero fumar.

domingo, 23 de agosto de 2009

Blancos enredados.



Guitarras amorfas
Palabrería contemporánea reciclada
Y un arquitecto encerrado
Hilos enredados
Hilos blancos
Hilos blancos.

Composiciones cítricas
Podridas y ampliadas
Huyen promiscuas
Delicadas y castas.
Llaves sucias y saladas.

Pies en las manos
Labios en el brazo
Tal vez
Dedos en los dientes
Pestañas permanentes.

Amor y mente física
Extraña Picassa.

Clásicas rayas
Manos envueltas en bolsillos,
Ojos de pintados craquelado.

martes, 18 de agosto de 2009

Altar de piedra


"Era una mujer que quedó viuda joven dicen, no se le conocieron hijos de carácter muy alegre. Animaba fiestas y veladas con canciones las que acompañaba con su guitarra que la hacía hablar. Por eso era llamá pa’ los matrimonios, pa’ los bautizos y velorios, contaba cuentos muy lindo y tamien sabia rezar. Era busca’ pa’ rezar los novenarios.

En una fiesta conoció a un ajuerino, hombre joven naita ‘e mal parecido y gueno pa’ tañir la guitarra. Y en una d’esa entablaron amistad. Pasaron un guen tiempo junto hasta que d’un repente nadie supo ma del ajuerino.

La viuda tenía una higuera en el sitio de atra ‘e la casa y dicen que toas las noche s’iba a tañir la guitarra y a cantar bajo la higuera, pa’ ver si el ajuerino la podía escuchar, pero pasó el tiempo y na’, esta pobre mujer se fue envejeciendo, ya no iba onde la llamaban, se jue encerrando en su casa . Dicen que la ultima ve que la escucharon cantar jue pa’ un 23 de junio, al otro día pa’ San Juan, la encontraron muerta debajo ‘e la higuera con la guitarra en la mano.”


Las loceras de Quinchamalí la retratan en forma de cántaro, toda vestida de negro con su guitarra en los brazos..

domingo, 16 de agosto de 2009

Cuerdas Flojas


Sal del ojo
Manchando otra vez
Versos, tinta negra
Versos – dibujos amorfos.

Palabras asesinas
otra vez
Letras noctámbulamente solitarias

Psicosis maniaco depresiva
Y tu...
Y yo...
Y sales de litio

Ríe llora
Grita calla una vez
La demencia de ti
La enfermedad del tiempo
De sacarle hojas a un calendario
que se pudo pausar
Pero todo se adelantó

Maniaco de ti
Depresivo de ti
Psicosis de nosotros
Simpatías de litio
Sonrisas cianúricas, dame un poco más
Quita este infierno
Quita este tiempo.

lunes, 10 de agosto de 2009

Son, Es

Son tus palabras arsénicas
Y tu mirar de agostos como encerrados
en tus pupilas aumentadas miópicas
y enfermas que me
enferman.

Son tus labios
Fragmentados espiritualmente
Entre su fuego y mi hielo
De heladas primaveras putrefactas y grisáceas.

Y es tu lengua que se prostituye
Y es mi voz que
sale de tu voz
Es el cambio que
me cambia
Que me sostiene y vuela, vuelo.

Es mi letra negra y salada
Que me sostiene
y baja, bajo
En una gravedad absoluta.

Es tu cabello
Que cambia con tu mente contaminada
Por ángeles que te aman y amas
No por diablos encerrados en desafinada madera.

Son las campanas que suenan fermentadas
En mis latidos tísicos
Es el poema que me dedicaste nueva y enferma
O son las vendimias infectadas que bebo.

sábado, 8 de agosto de 2009

Rotura de los meses anaranjados


Deseo romper

Deseo cortar y olvidar

Los marzos

los febreros y septiembres

Que habitan en mis pupilas oscuras

Que se desvanecieron de las tuyas

Deseo sentir el placer

Llenarme de endorfinas en los poros

Con la rotura de los meses anaranjados

Y no puedo parar, talar, secar, matar, borrar,

abortar, picar, escarchar...

No puedo, maldigo al árbol que me da naranjas.

maldigo su sombra, maldigo tu sombra

Que se reconstruye como una escultura

automática de energías con olor a alcohol

Olor a olvido, olor a rechazo, olor a compartir,

Sabor a latidos sin nombre, sabor a pulso sin destino

Sin escape, sin un suicidio romántico, exagerado,

Suicidio frondoso, de cáscara gruesa y hojas sucias.

Cemento artístico de tiza, arco iris de recuerdos,

arcos de dolor, iris de momentos

Arcos de meses, iris de años

Marzo

Febrero

Septiembre

Uno, dos... dejo de contar esta eternidad

Me seco el sudor de la frente con rabia,

Corro la tinta, corro los números con lágrimas anchas

Corro el nuevo día, lo muevo

De un lado a otro, los muevo, los corro, y no los rompo

No los corto y no los olvido.