viernes, 10 de septiembre de 2010

sodio


El torniquete
En la guitarra que me rompe los dedos,
Las tres yemas envenenadas
Que en los ojos quieren sentarse a comer
para perder el tiempo
intentando dejar de perderlo...
quedar ciego;
¿para qué?
cuando usted diga: "arriba abajo"
la rabia levitará
calentando los dorados mundiales
¿para qué?
la D de diagnóstico
torpe y ronca
vacía pero colmada de humo
abrazará lo que no siente
buscando una jeringa
en las pelusas del bolsillo
que gritan
curada ausencia
aires segundos
y alejar el cuchillo de la mesa
"paciencia"
las frambuesas son flores
hoy,
y si mañana despiertas,
verdes esperarán…
como cantoras agrias
deshilando
para competir en agujas relojeras
hasta que las canas
me coman la cabeza piojenta,
y las arrugas
se llenen de arena cargada
mirando amarillo el televisor
al diagnóstico llorado
hasta el tilde y el punto seguido,
y si se agrieta más
el barro serán mis piernas
para escapar volviendo
y caer sobre el número once
sin ser cinco veces suficientes
para desarmar
y dar de comer
a las líneas de mis manos
que pelean por ser la más
puta
la más
monja.

1 comentario:

  1. Estoy cansada. maravilla sangrienta la tuya. tengo algunas ideas respecto a nuestras letras, unámonos y difundamos, con los otros hijos de la musa, estoy cansada de ver "0 maldiciones" y "0 artefactos"

    el jueves. a las 10 parto de acá

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